RUMORES. TÁCTICA PARA CAUSAR PÁNICO Y SOSOBRA.

(((Medianálisis 15-06-2016. Rumores. Por @arleninaguillon))) Existen varias características muy puntuales del rumor. Comentaremos algunas: Es de poca duración, pero de máximo impacto. El rumor eleva sentimientos de ira, rabia, miedo. Causa reacciones que dependerán, en todo momento, de la experiencia del receptor. Sin embargo, es de corta duración. A medida que pasan las horas, el rumor va “desapareciendo”, no obstante, y aunque desaparezca, sigue generando reacciones. Existe una tendencia a legitimar datos, sin conocer al emisor. El rumor genera una incógnita que acelera su propagación. Al intentar despejar esa incógnita, el receptor se transforma en emisor y se reinicia el ciclo. En Venezuela, un país con 30 millones de habitantes, existen más de 30 millones de líneas telefónicas activas y 40% son teléfonos inteligentes. Los laboratorios, de este tipo de mensajes, trabajan con varios códigos comunicacionales, para maximizar su alcance. Utilizan lenguaje revolucionario para que este segmento de la población se convierta en su canal de propagación. Simultáneamente, cambia los códigos y escribe para que el segmento de la oposición cumpla con el mismo rol. El objetivo central NO es difundir un hecho, porque los operadores políticos saben que será desmentido. La meta es causar miedo, rabia, histeria. Se trata de crear una “crispación social”, o una “histeria colectiva”, que concrete un escenario de enfrentamiento. Estos operadores, discursivamente, trabajan la táctica de “la parte por el todo”, es decir, toman un hecho de violencia puntual (la parte), y logran plasmar esa situación en el resto de la ciudad, la región o el país (el todo). Existe una alianza entre los canales convencionales y las rutas no convencionales de comunicación, para legitimar el rumor. No importa que sea mentira. Se escudan citando “usuarios en tuiter”. La derecha, nacional e internacional, necesita un choque pueblo-pueblo en Venezuela. Para lograr su criminal plan, requieren elevar la histeria colectiva. Justamente ahí, entra el uso del rumor como herramienta clave, para lograr ese enfrentamiento.